Metodología Rummler-Brache

Metodología Rummler-Brache

Metodología Rummler-Brache

Objetivo:

Metodología de mejora del rendimiento que se centra en considerar una organización como un sistema adaptativo y en gestionar el rendimiento a tres niveles: organizativo, de procesos y de puestos de trabajo/ejecutores.

Cómo se utiliza:

Ventajas

Contras

Categorías:

Ideal para:

La metodología Rummler-Brache es especialmente eficaz en sectores como la sanidad, la fabricación, las finanzas y la tecnología, en los que la eficacia de los procesos es fundamental para el éxito de la organización. Durante las fases de planificación y ejecución de proyectos, esta metodología puede ser iniciada por ejecutivos o directores de operaciones que busquen mejorar la alineación entre los objetivos estratégicos y las operaciones cotidianas. Los participantes suelen ser equipos multifuncionales compuestos por partes interesadas de distintas áreas de la organización, ya que fomenta la colaboración y la comunicación entre varios departamentos. Las herramientas utilizadas en esta metodología, como el mapeo de procesos, permiten la representación visual de los flujos de trabajo, lo que facilita la identificación de cuellos de botella y áreas de mejora. El análisis del sistema de rendimiento humano ayuda a diagnosticar problemas examinando cómo influyen los comportamientos individuales en el rendimiento general. Este enfoque sistemático no sólo aborda los problemas existentes, sino que también garantiza que las iniciativas futuras estén en consonancia con los objetivos a largo plazo de la organización. El marco apoya los esfuerzos de mejora continua, fomentando una cultura en la que la retroalimentación se integra en las revisiones del rendimiento y las evaluaciones de proyectos, fomentando así estrategias adaptativas que pueden aplicarse en tiempo real. De este modo, las organizaciones que emplean esta metodología a menudo informan de un mayor compromiso y responsabilidad de los empleados, ya que las personas entienden cómo su rendimiento influye directamente en el éxito de la organización.

Pasos clave de esta metodología

  1. Identificar las metas y objetivos de la organización.
  2. Mapear los procesos actuales a través de silos funcionales.
  3. Analice el "espacio en blanco" entre procesos para detectar fallos de rendimiento.
  4. Evaluar el rendimiento laboral individual en relación con los procesos.
  5. Identificar los problemas sistémicos que afectan al rendimiento de la organización.
  6. Desarrollar intervenciones dirigidas a los problemas identificados.
  7. Aplicar mejoras de los procesos e iniciativas de formación.
  8. Supervise los cambios en el rendimiento y realice los ajustes necesarios.

Consejos profesionales

  • Lleve a cabo revisiones funcionales cruzadas periódicas para sacar a la luz las ineficiencias ocultas y alinear los objetivos entre silos.
  • Utilizar el análisis de datos para identificar las deficiencias de rendimiento y cuantificar el impacto de los cambios en los procesos sobre los resultados.
  • Desarrollar una cultura de retroalimentación continua y comunicación abierta para mitigar la resistencia al cambio y mejorar la colaboración.

Leer y comparar varias metodologías, recomendamos el

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Contexto histórico

(si se desconoce la fecha o no es relevante, por ejemplo "mecánica de fluidos", se ofrece una estimación redondeada de su notable aparición)

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