El consumo colaborativo es un modelo económico basado en compartir, intercambiar, intercambiar o alquilar productos y servicios, priorizando el acceso sobre la propiedad. Se ve facilitado por la tecnología y las comunidades en línea, que trasladan los valores del consumidor de la propiedad privada al uso compartido. Este modelo aprovecha los activos infrautilizados, promoviendo la sostenibilidad y la interacción comunitaria al conectar a los propietarios de activos con quienes los necesitan.
