Una prueba hidrostática es un tipo específico de prueba de estanqueidad para recipientes a presión, como tuberías, calderas y cilindros de gas. El recipiente se llena con un líquido casi incompresible, generalmente agua, y se presuriza a una presión de prueba específica. Este método se prefiere a las pruebas neumáticas porque requiere menos liberación de energía para alcanzar la misma presión, lo que lo hace mucho más seguro en caso de rotura.
