Single-Minute Exchange of Die (SMED) es una metodología de fabricación ajustada cuyo objetivo es reducir el tiempo necesario para cambiar los procesos de producción. Al agilizar las actividades de preparación y minimizar el tiempo de inactividad, SMED mejora la eficiencia y la flexibilidad operativas, permitiendo transiciones más rápidas entre diferentes diseños de productos. Este enfoque no sólo acelera los ciclos de producción, sino que también favorece la innovación al permitir una experimentación y adaptación más frecuentes en el diseño de los productos.